5 razones para despedir feliz el 2015
No recuerdo haber despedido un año tan contenta y en paz como éste. Si, lo despido con muchísimo gusto, sin nostalgia y con aceptación. ¿Será que me estoy haciendo vieja? (Debería decir: ¡Mas experimentada!)
Si tuviera que hacer una lista de cosas que me hicieron feliz este año, sería enorme. Siendo práctica, me limitaré a las 5 cosas que me hicieron muy feliz este año y por las que despido con enorme agradecimiento de este 2015.
1. La vida me ha sonreído. Me ha sonreído de muchas maneras: en lo personal, profesional, familiar. Posiblemente la sonrisa no llegó sola, la busqué, pero eso ha sido lo lindo. Esas sonrisas han sido también producto del esfuerzo de años y este año los frutos aparecieron. Tal vez debería reparafrasear este inciso: la vida me sonrío, pero contribuí a que me sonriera.
2. Las causalidades se sincronizaron. ¡Si! Después de buscar casa durante varios años, apareció la que buscaba sin esperarlo y estoy en proceso de habitarla. Más de 1460 días de búsqueda y llegó sin avisar. ¡Era para mi y para mi familia cuadrúpeda! ¡Fantástico!
3. Aprendizajes laborales. Nada me resulta más enriquecedor que los aprendizajes inesperados y aquellos que se dan a través de las pequeñas grandes cosas. Siempre digo que el diablo está en los detalles, pero también los pequeños cielos. La suma de cosas cotidianas este año ha sido profundamente enriquecedor. Todo aquello que te mueve de tu zona de confort te obliga a repensar tu lugar en el mundo. Ello siempre, siempre, es una oportunidad de crecimiento. Este 2015 fue abundante en ese terreno. Debo añadir que me divertí muchísimo este año en el trabajo. Es un plus.
4. Viajes. Así sin más. Desde que tengo uso de razón, viajar es un motivo de felicidad en mi vida. Este año los viajes han sido aleccionadores, interesantes, productivos y gratificantes. La mayoría han sido laborales y con muy buenos resultados, pero el contexto, la circunstancia y la actitud han hecho de cada uno de ellos una gran experiencia. Contentísima con los nuevos suelos -y algunos ya viejos conocidos- que he pisado.
5. El amor. ¡Por supuesto que no podía faltar! Mi corazón está que explota de felicidad. El amor ha tocado a mi puerta en muchos sentidos. Con los años me he dado cuenta de las infinitas posiblidades que esa latente y poética víscera puede producir y ahora lo corroboro. Las despedidas me han enriquecido y me han llenado de agradecimiento y los encuentros me han instalado una sonrisa incontenible. Los quereres se han aparecido con infinitos rostros: viejas amistades, familiares queridos y no vistos durante años, seres pequeños que maullan y ladran, hermanas de sangre y hermanas y hermanos por elección. Quiero y soy querida. ¿Se puede pedir algo más?
En fin.
Encuentro que las personas, por una razón que sigo sin descifrar, cuentan y comparten con gran facilidad los sinsabores de la vida. No me escapo de ello. Mi pluma navega con gran fluidez por la hoja en blanco cuando de denunciar se trata, pero me guardo las cosas positivas que también me suceden y vivo. Hoy lo quiero hacer diferente y me encantaría que me contaras también las cosas valiosas que te sucedieron este año. ¿Te animas?
Podemos seguir conversando en Twitter: @LaClau
Comentarios
Este año fue maravilloso, tuvo de todo, amor, lágrima, viajes, azúcar, cómplices, aventura y algo que estoy descubriendo en este momento: me tiene a mi en el descubrimiento "de mi".
Gracias por compartir tus 5 grandes del año. Un abrazo y que gusto coincidir en este 2015.
Si que fue un año maravilloso y coincidir contigo lo hizo fantástico. ¡Gracias por tu contagioso entusiasmso!
Un abrazo enorme,
Claudia
Gracias por tu visita y comentarios. Espero verte seguido por aquí. ¿Qué cafecito te sirvo?