De Mozart a Bernstein
Este domingo fue diferente y nostálgico. Se pareció a los domingos de mi vida hace años, en mi época de universitaria.
Fui a escuchar a la Orquesta Filarmónica de la UNAM a su segunda temporada 2011 y fue de los mejores regalos de este día. Eduardo Sánchez-Zuber, el director huésped, nos llevo de viaje del siglo 18 al siglo 20: empezó con la Obertura a Las bodas de Fígaro de Mozart, siguió con el Concierto para clarinete no. 2 en mi bemol mayor op. 57 de Spohr. Regresando del intermedio apareció Gershwin con Un americano en París y concluyó con Bernstein, las mismísimas Danzas sinfónicas de West Side Story. Un deleite absoluto.
Escuché y disfruté en la segunda obra a Philippe Cuper, el famoso clarinetista cuyo talento casi me hace llorar de la emoción.
En fin, domingo de regocijo musical.
Debo decir que pensé mucho en mi querido y añorado amigo Cuervo López. Lo invitaría pronto a venir a México pues a final de mes la Orquesta del Palacio de Minería empezará su temporada en la Sala Nezahualcóyotl ni más ni menos, que dedicando sus conciertos a Mahler. El Cuervo estaría feliz (y yo de saberlo vivo).
La Obertura de las bodas de Fígaro.
Aquí Philipee Cuper en un Concierto para dos clarinetes. (Lo siento, no encontré alguna versión digital del Concierto para Clarinete no.2 que escuché hoy. Vale la pena de cualquier manera escucharlo y sentirlo.)
Gershwin: Un Americano en París.
Una joyita: Bernstein dirigiendo West Side Story: Mambo.
Comentarios
Gracias por la visita y el comentario.
Si, aún quedan cosas disfrutables en esta maravillosa, paradójica y contrastante ciudad.
Un abrazo y espero que este domingo hayas podido darte una vuelta por allá.