Juanito y las diputadas: entre la simulación y el insulto
¿A quién le importa? ¿A quiénes votaron por ellos? Insulto. Complacencia. Indiferencia. Arbitrariedad. Mediocridad. Abuso. Ignorancia. Ignominia. Abuso. Descaro. ¿Sorpresa?
Juanito decidió que siempre no juega al juego al que lo invitaron a jugar. Quiere responder a los electores de Iztapalapa que votaron por él y no quiere darle su puesto a la Sra. Brugada como había acordado (¿o le había tratado de obligar?) con López Obrador. ¿Para qué hacerlo si desde esa delegación puede tener acceso a un presupuesto de muchos millones de pesos y ejercer presión al más viejo estilo de las cargadas priistas, pero ahora con bandera "petista"?
Los noticieron lo han convertido en la estrella del momento, ridiculizándolo sin que se de cuenta, pero poniendo los reflectores sobre un ilustre habitante de la delegación más poblada del Distrito Federal para hacer evidente la simulación de nuestra cultura política y la apatía ciudadana. Juanito se queda porque quiere quedarse, colocar a sus cuates y gastarse el dinerito del erario público que le corresponde; no se queda porque le interese hacer algo por las personas que votaron por él en lugar de votar por la Sra. Brugada.
¿Y los ciudadanos? Contemplamos estupefactos como, a plena luz y sin el menor recato, desafía a su "líder moral" López Obrador, se autoerige en el nuevo mesías de los "jodidos" como le llamó un habitante de la demarcación en el programa de Radio El Hueso en días pasados, y declara -en un acto de sinceridad- que pensará si renuncia o no. ¿Y el voto de sus electores en julio pasado? ¿Y la decisión de los votantes? ¿Eso? Eso es lo que menos le importa a él y a los líderes del partido por el que contendió -el PT- y a la corriente andresmanuelista que queda en el PRD. No violan la ley al hablar de renunciar para dejar a otra persona en su puesto, pero violan las normas elementales de cualquier democracia que respete el voto.
Ayer, por otro lado, decidieron presentar su renuncia ocho diputadas del Partido Verde (el único en el mundo que apoya la pena de muerte, por cierto) y del PRI. ¿Para qué? Para dejar sus puestos a sus suplentes, algunos de los cuáles ya han sido diputados en previas legislaturas. ¿No fue suficiente que contendieran desde la comodidad de una candidatura plurinominal para un par de días después de tomar protesta, decidir dejarle su curul al esposo, al amigo, al hermano? Estas elecciones no fueron alentadoras para la participación de las mujeres. Nuestra representación en la Cámara de Diputados es muy baja, y aún así, ocho mujeres que se atrevieron a hacer uso de los recursos que les dimos los mexicanos decidieron "que siempre no" querían y que mejor lo hicieran sus suplentes.
¡Qué farsa! ¿Hasta cuando seguiremos haciendo uso del gatopardismo mexicano para darle contenido a las decisiones de la política en este país?
Todos somos democráticos hasta que demostremos lo contrario debería ser el dicho, pero en este país de la simulación, la realidad nos recuerda a diario que somos impostores de la democracia hasta que logremos demostrar en los hechos, lo contrario.
Imagen:elreyra.files
Juanito decidió que siempre no juega al juego al que lo invitaron a jugar. Quiere responder a los electores de Iztapalapa que votaron por él y no quiere darle su puesto a la Sra. Brugada como había acordado (¿o le había tratado de obligar?) con López Obrador. ¿Para qué hacerlo si desde esa delegación puede tener acceso a un presupuesto de muchos millones de pesos y ejercer presión al más viejo estilo de las cargadas priistas, pero ahora con bandera "petista"?
Los noticieron lo han convertido en la estrella del momento, ridiculizándolo sin que se de cuenta, pero poniendo los reflectores sobre un ilustre habitante de la delegación más poblada del Distrito Federal para hacer evidente la simulación de nuestra cultura política y la apatía ciudadana. Juanito se queda porque quiere quedarse, colocar a sus cuates y gastarse el dinerito del erario público que le corresponde; no se queda porque le interese hacer algo por las personas que votaron por él en lugar de votar por la Sra. Brugada.
¿Y los ciudadanos? Contemplamos estupefactos como, a plena luz y sin el menor recato, desafía a su "líder moral" López Obrador, se autoerige en el nuevo mesías de los "jodidos" como le llamó un habitante de la demarcación en el programa de Radio El Hueso en días pasados, y declara -en un acto de sinceridad- que pensará si renuncia o no. ¿Y el voto de sus electores en julio pasado? ¿Y la decisión de los votantes? ¿Eso? Eso es lo que menos le importa a él y a los líderes del partido por el que contendió -el PT- y a la corriente andresmanuelista que queda en el PRD. No violan la ley al hablar de renunciar para dejar a otra persona en su puesto, pero violan las normas elementales de cualquier democracia que respete el voto.
Ayer, por otro lado, decidieron presentar su renuncia ocho diputadas del Partido Verde (el único en el mundo que apoya la pena de muerte, por cierto) y del PRI. ¿Para qué? Para dejar sus puestos a sus suplentes, algunos de los cuáles ya han sido diputados en previas legislaturas. ¿No fue suficiente que contendieran desde la comodidad de una candidatura plurinominal para un par de días después de tomar protesta, decidir dejarle su curul al esposo, al amigo, al hermano? Estas elecciones no fueron alentadoras para la participación de las mujeres. Nuestra representación en la Cámara de Diputados es muy baja, y aún así, ocho mujeres que se atrevieron a hacer uso de los recursos que les dimos los mexicanos decidieron "que siempre no" querían y que mejor lo hicieran sus suplentes.
¡Qué farsa! ¿Hasta cuando seguiremos haciendo uso del gatopardismo mexicano para darle contenido a las decisiones de la política en este país?
Todos somos democráticos hasta que demostremos lo contrario debería ser el dicho, pero en este país de la simulación, la realidad nos recuerda a diario que somos impostores de la democracia hasta que logremos demostrar en los hechos, lo contrario.
Imagen:elreyra.files
Comentarios
Si a lo anterior, agragamos que desde entonces, muchos polemistas o estudiosos, se dedicaron a identificar diferentes democracias, como la de Solón, de Clisteneses, la de Pericles o la de Cleón y estas son tan diferentes, entonces con el transcurrir de tantos siglos, cada político quiere concebir el concepto de democracia como le viene en gana, sin ni siquiera recordar a unos de los hombres más preclaros y lucídos quien escribió y definió de mejor manera la democracia y la forma de establecer un gobierno democrático.
Desde luego me refiero al "Gran Aristoteles".
Por otro lado, hablar de política, me remonta al origen mismo del término:
"Polis", que es la la denominación que recibían las ciudades griegas soberanas. (Continuará)
Saludos
Amorosamentetuyo
(parte 2)(Continuación)
El término política, también se define como la ciencia del Estado o como toda actividad que se relaciona con el bien de la nación.
La política, también designa a las actividades que desarrolla los individuos o grupos en el desempeño del poder, o toda actividad parcial dentro del ámbito público.
En el ámbito de la ciencia política, o mejor dicho de los grandes pensamientos e ideas políticas, han existido hombres que como John Locke, han propuesto dentro del estado de naturaleza manejado por Thomas Hobbes, que se establezca y opere la ley de la razón; Esto, con la finalidad de que se impongan y prevalezcan los principios de :
-Conservación fisica
-Conservación de la especie
-Conservación de la propiedad
Con lo anterior, los individuos, renuncian a algunas prerrogativas, con el fin de procurarse una situación de mayor seguridad; Es aquí en donde se origina la sociedad civil. Entonces el poder político se desarrolla y se afirma dentro de estos límites.
Bueno, analizando la situación que se vive en la política mexicana, me atrevo a decir que:
Pareciera que, en nuestro país se aplican las políticas o recetas de Maquiavelo, y se busca destaquen los medios para fortalecer al Estado. (en su época sería al monarca, ahora sería más que al Estado, al gobernante en turno o político o funcionario público).
Cabe hacer mención que todas esas medidas estan separadas de toda consideración religiosa, moral o social, lo que hace que el país se vuelva un caos total en todos los ámbitos.
(Contunuará)
Amorosamentetuyo
(Parte 3 y final)(Continuación)
Como consecuencia, de las aplicaciones de medidas para aumentar el poder de los políticos, y de la falta de toda consideración de carácter moral o social, en México los hombres, se encuentran en una situación de lucha y competencia que amenaza con degenerar en anarquía y en el hecho de que la seguridad sólo es posible cuando el gobierno es fuerte, en nuestro caso, los gobiernos son cada vez más débiles y los ciudadanos más apáticos e inconcientes.
Con los cambios para no lograr el verdadero cambio o transformación, entonces, esto se parece a lo que alguna vez Platón definio, como:
"El reino de los sofistas", que, en lugar de ilustrar al pueblo, se contentan con estudiar su comportamiento y con erigir en valores morales sus apetitos o defectos.
De esta manera, México se aleja de los postulados de Platón, en el sentido de hacer que la Política, se midiera en relación a la idea o concepto de justicia, entendiendo por esta, la verdad y el bien aplicados al comporatmiento social.
Recordando a Aristoteles, él decía que, el bien de la ciudad es la justicia o el bienestar público.
También mencionó que, un hombre o ciudadano justo es el que encuentra
el equilibrio en el justo mendio entre sus virtudes y sus defectos o excesos (también son llamados pasiones.
Visto de esta forma, sólo queda seguir los consejos de Platón:
"Educar estrictamente a los ciudadanos con principios morales y éticos", sólo así, se obtendrá una ciudad justa, porque cada uno de sus ciudadanos, cumple su función en ella.
Como dice Aristoteles, el buen gobierno es el que proteja al pobre de la opresión y al rico de la confiscación, con una clase media, gobernando lo mejor posible los intereses de todos.
Un gran abrazo!
Amorosamentetuyo.
¡Gracias por esta disertación político-filosófica con un tinte mexicano!
Claramente nos falta ese justo medio aristotélico, y no lo preveo en el futuro cercano en el contexto mexicano actual. Por un lado los partidos políticos se han alejado de la gente; se construyeron partidos hechos para existir, vivir y vivir de una estructura corporativista. La ciudadanía, que lleva el nombre pero dista mucho en su gran mayoría de actuar como tal, también se hizo y formó en un mundo corporativo en donde la corresponsabilidad no tenía razón de ser y en donde lo importante era dejar "a los gobernantes decidir" sin exigir cuentas y mucho menos transparencia.
¿Qué queda? Una extraña mezcla de democracia corporativa, con destellos de modernidad y con añoranza autoritaria. En este contexto ¿El votante que significa? Nada, tan sólo votos, pues la estructura no está hecha para que exija resultados a los candidatos a los que votó y que a su vez, lo ignoraron a él una vez que llegaron al poder.
¿Qué diría Maquiavelo de la simulación? Que si es necesaria para gobernar y mantener el poder la usemos. Desde esa óptica, las diputadas renunciantes actuaron con lógica. la cuestión es que no acaba de acomodarme esa lógica para el país en el que quisiera vivir.
Un abrazote,
Efectivamente, en todos los países nos traemos nuestras "historietas" o "histerietas" como dicen por algún lado....
un beso,