Sobre el arte de escribir correos


Recuerdo cuando hace no mucho tiempo escribir un correo electrónico era todo un evento y resultaba extraño hacerlo cuando se tenía la posibilidad de tomar una pluma, la favorita de preferencia, una hoja de papel de textura suave y en la que la tinta pudiera asentarse en ella de manera delicada para transmitir nuestras ideas a alguien que se encontraba en otro lugar.


El paso del tiempo fue dando lugar a una narrativa particular en donde los correos electrónicos se convirtieron en el sustituto de las cartas y acabaron con la tradición de ir al correo postal a comprar timbres y probarlos para quedarse con un extraño sabor de boca con la finalidad de lograr que éstos se pegasen en el extremo superior derecho del sobre. Era importante poner el remitente claramente, con nombre y dirección, para que el destinatario supiese de entrada al recibir la carta de quién provenía o en caso excepcional, recibir de regreso la carta si el destinatario ya no estaba en la dirección a la que iba dirigida.

Hoy los correos electrónicos nos comunican con mayor velocidad, pero han perdido parte del encanto de las cartas. No se tocan ni se sienten ni puede uno echar a volar la imaginación pensando en lo que estaría pensando y sintiendo la persona que nos enviaba la carta desde algún remoto país. Basta con abrir la charola de entrada del correo para ver los nombres de los remitentes, la distancia ha dejado de sorprendernos y los contenidos los revisamos a una velocidad impresionante. Esto si es que revisamos en la computadora y no desde la BlackBerry o el iPhone. En los celulares no es factible responder con el detenimiento que un correo medianamente largo amerita y muchas veces al revisar desde ellos la "correspondencia" dejamos la respuesta para "después" y ese momento o bien tarda meses en llegar o de plano se nos olvida.

Hace unos días recibí un extraordinario correo de un amigo que acaba de irse a vivir a China. El contenido bien podría haber estado escrito en una carta de papel amarillento (no sé por qué siempre he pensado en los papeles y cartas provenientes de ese país así), con tinta café de una pluma fuente. Leí primero el email desde mi teléfono móvil y hasta hoy tuve tiempo de responder con calma. Lo disfruté. Al releer su carta imaginé su voz, con ese característico humor negro y la mirada aguda, cínica y divertida que le hace único.

Hacía mucho tiempo, y mucho significa posiblemente un par de años, que no escribía un correo con aire de carta a alguien. Mis comunicaciones se han convertido en correos muy cortos y sin chiste. Revisar casi 2oo correos al día ha dejado de ser divertido y llenar la charola de "enviados" una actividad cotidiana y asociada con el trabajo, ya no tanto con la diversión. Hay que borrar a toda velocidad el spam y la propaganda, los correos con presentaciones power point, confieso que rara vez los abro, no tengo tiempo y me desespera que me envíen muchos con ese tipo de attachment de manera cotidiana.

Esto, por otro lado, habla de esa realidad extraña en la que se han convertido los días de muchas personas, siendo evidentemente yo una de ellas, en la que la comunicación ha dejado de tener contenido y se ha convertido en mera forma. Hablamos de manera cotidiana en FB, TW o los blogs con muchas personas, pero en el fondo hablamos de manera poco profunda con pocas. El contacto masivo tiene su encanto....y su límite. Transito por momentos de silencio total en los que de plano, desaparezco de las redes sociales (y les consta -y esto lo digo con nostalgia) de mi adorado blog a otros de hipercomunicación en la que tampoco hay un diálogo de fondo.

En fin. Todo esto surgió de la respuesta a mi amigo. El haberme dedicado un rato a responder me dio mucha alegría y sentí a alguien cercano e importante de veras, casi a un lado.

¿Les ha pasado algo así?



Por cierto, hace mucho tiempo que no subía fotos mías. Aquí va una más para el Tag: El mundo de mi cámara.
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Comentarios

AMOROSAMENTETUYO ha dicho que…
Clau,

Justamente por todos los argumentos que esgrimes, es que no me gusta ni facebook, ni twitter ni los blogs, salvo contadas excepciones como el tuyo por supuesto. Y es que a pesar de que internet sirve para acortar distancias y tiempo, al menos estos tres medios de comunicación, tienen todo menos una verdadera comunicación que acerque a la gente como seres humanos, pues la comunicación vertida, casi siempre es insulsa, vanal, trivial y en ocasiones tonta y grosera.

Los medios como twitter y facebook, se han convertido en espacios para indicar que ya salieron de casa o que las personas van iniciando un nuevo día con un vaso de cafe en la mano, o a que restaurante o evento se irá por la tarde o la noche, algunos buenos chistes o para meter la pata como lo hacen muchos artistas cuando tratan de opinar sobre algún tema que desconocen ejemplo clásico Ninel Conde.


Curiosamente el acercamiento virtual, representa un alejamiento personal (de carne y hueso o en vivo), una gran paradoja, pues hoy la gente disfruta más platicar con personas en internet que salir con ellas y gozar de su presencia!

La vida se queda en la computadora y la gente se olvida de vivir plenamente a través de sus cinco sentidos.

Se vuelven espacios para el aumento del ego personal, siempre en la busqueda vacia por obtener más seguidores, que normalmente no aportan mucho al proceso de comunicación con calidad entre seres humanos. (pues normalmente son personas que no han querido desarrollar su parte interna para enriquecerse como seres humanos).

En fin que coincido contigo en la importancia que antaño tenían las cartas y todo lo que representaban.

Claro que debo reconocer la importancia que tiene la computadora y los instrumentos como Internet, siempre que se sepan utilizar adecuadamente y como una herraienta para el crecimiento en todos los aspectos de los seres humanos.

Te mando un abrazo cibernético
que espero algún día se torne realidad.

Carlos
Software Web ha dicho que…
Definitivamente vemos como innovaciones como el correo electrónico con el paso del tiempo van haciendo al hombre más dependiente, actualmente causa tan poco placer e interés escribir un poema a mano como escribirlo en nuestro PC con la excusa de que nos ahorramos más tiempo, Y con el tiempo perdemos contacto con nosotros mismos, con los demás ya que preferimos una videollamada que un abrazo real es triste y lamentablemente tan incontrolable, que nos abarca todos inevitablemente desde el momento en que tu escribiste este post y yo te lo contesto aquí ya estamos aceptando lo que la tecnología nos brinda.

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