Agradeciendo este 2012

Sé que lo habitual en estas fechas es agradecer, pero no siempre se hace de corazón y puede resultar un cliché bastante usual y común. Hoy, sin embargo, al ver el esplendoroso sol que bañó a la Ciudad de México y mientras caminaba con mis perritas por el parque y después disfruté a mis maulladora familia en casa, sentí unas inmensas ganas de dar gracias a la vida.... por el simple hecho de estar viva y poder vivir días como éste. 

Este año ha sido uno de inmensos aprendizajes y experiencias. Me he reencontrado y desencontrado con personas valiosas que me han acompañado en el trayecto para reafirmar lo que soy o para darme cuenta de que debo creer más en mi misma. Lo agradezco. 

He aprendido a comunicarme con dos preciosas perritas, gracias a un entrenador -casi mágico- que ha sido más traductor de su lenguaje y su mundo.... y del mío para ellas... que otra cosa. Estas cuadrúpedas criaturas me han enseñado a cuidar el lugar que ocupo en el mundo y me han dado amor incondicional. Mis preciosos gatos me siguen enseñando que la vida se vive día con día  y que el mañana es una entelequia, lo único certero es el aquí y el ahora. Los seis me han conectado con algo esencial e indescriptible en la vida. Lo agradezco.

Trabajar es algo fantástico. Desarrollo actividades a diario que me enseñan mis límites y me desafían cotidianamente a ampliarlos. Mi trabajo me permite navegar en el mundo de las ideas y del mundo con distintas direcciones. Conozco mejor a mi país día con día y reconozco las fronteras que permanentemente delimitan la realidad que rodea mis fronteras geográficas... y existenciales. Lo agradezco. 

Mi gran proyecto, Mujeres Construyendo, me permite reconocer miradas y voces de mujeres que hacen una diferencia a cada instante en sus vidas y en las de otras personas. Me da un sentido de utilidad y valía que logra renovarse día con día. Cada una de las mujeres que participa en la comunidad me enseña algo a diario y me dice, directa e indirectamente, que vale la pena seguir en ello y hacerle crecer. A través de esta comunidad y este proyecto, sé que estoy poniendo un grano de arena para hacer de este mundo un mejor lugar. Lo agradezco.

Tener una familia a la que amo es un gigantesco regalo. A la familia no la escoge uno, nace uno en ella.     Es una cuestión circunstancial con una pizca de suerte. He sido tan suertuda que los integrantes de mi familia ¡me caen muy bien! Y no sólo eso, los amo inmensamente. Saben estar, cada uno y una a su manera cerca y sus abrazos y palabras me acompañan cuando los necesito... y cuando no. Simplemente están. Lo agradezco. 

Resulta poco original decir que los amigos son la familia que uno escoge. Lo sé, pero en ninguna parte está escrito que para decirle a alguien que le quieres y adoras su presencia en tu vida, tienes que ser original. He tenido la fortuna de cruzarme con amigas y amigos en la vida que han dejado huella en mis pensamientos y en mi corazón. Algunos y algunas ya no comparten el camino conmigo -pero les recuerdo con cariño- y otras y otros siguen siendo compañeros/as de ruta. Lo agradezco. 

He sabido amar. Me he enamorado con locura y también he tenido dolores de corazón -y de alma- que han tardado años en sanar. No importa. El hecho es que sé que estoy viva y que puedo amar, ser feliz y hacer feliz a otra persona con esas complicidades que se comparten, se viven, se sueñan y se respiran de dos en dos. Lo agradezco. 

Tengo enormes ganas de seguir aprendiendo, haciendo cosas, viajando, leyendo, cocinando, caminando, amando, sintiendo, escribiendo. Es una fortuna desconocer el significado de la palabra aburrimiento y sentir en las venas -y en el estómago- el significado de la pasión. Lo agradezco. 

Es extraordinario estar aquí y ahora. Lo agradezco. 

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