No todo son malas noticias y mediocridad (¡Espero!)
¿Qué significa ser mediocre? El Diccionario de la Lengua Española define mediocre como de calidad media, de poco mérito o tirando a malo. Pensé en esta palabra hoy en la mañana mientras desayunaba y leía la prensa.
Después de revisar las noticias nacionales, ver lo qué está sucediendo en la clase política, escuchar declaraciones cargadas de odio, intolerancia y sed de venganza, ver a pecadores convertidos en santos y a santos en pecadores, reconocer que el camino de nuestra democracia está plagado de vendettas y que a pocas personas les interesa construir y sumar en lugar de destrozar y estancarse, lo único que pude decir fue “¡Qué mediocridad!”. En efecto, el contenido del debate político es de calidad media, tiene poco mérito y tira a malo (y me limito a este adjetivo para no deprimirme más).
Afortunadamente, no todo lo que pasa es lo que aparentemente sucede en los noticieros y en la prensa. Si hemos construido una realidad mediocre en el imaginario colectivo, creo que podemos construir una realidad más ¿luminosa? y paralela a esa.
Posiblemente esa realidad venda menos tiempo aire en los horarios triple A de los noticieros y no llegue a las primeras planas de los periódicos, pero ¿y si hacemos el intento?
Me pregunto ¿por qué puede ser más importante saber que un exgobernador estuvo sentado 10 horas frente a un MP (esto puede ser una tortura para cualquier persona, independientemente de sus preferencias políticas) para declarar por acusaciones que el gobierno que le sucedió le imputa, que saber que el Xoconostle se está internacionalizando y que ya se considera un alimento gourmet que México ha aportado a las delicias culinarias del mundo? Claro, es políticamente incorrecto mezclar peras con manzanas, pero esa pequeña planta está generando empleos y hay empresari@s en el país que están apostando por ella, atreviéndose a inventar, a competir, a innovar, a trabajar….. y con ello están trabajando, en los hechos, por México y dándole opciones viables de futuro.
Me niego a pensar que no tenemos otra alternativa más que seguir escuchando, pensando y viviendo la mediocridad. Se supone que somos libres ¿o no? Si lo somos, podemos elegir cómo vivir y hacia donde orientar la mirada.
¿Qué propones?
Por cierto, hoy no tomé café. Tomé thé de Abango porque tengo un catarro feroz.
Comentarios
Gracias por darme la oportunidad de conocer realidades que también se construyen y que no son parte de esta mediocridad que nos anega.
Gracias por compartir tus ideas.