Protocolo y educación 101 en WhatsApp

Imagen: glbimg.com

Hace unos días recibí una serie de mensajes por WhatsApp que me pusieron de muy mal humor y quise responder inmediatamente por esa vía a quién me los mandó y hacerlo público en mi blog y en redes sociales. Mi lado sensato (que a veces lo tengo, no crean que no), me hizo detenerme y recordar que tomar decisiones muy enojada la mayoría de las veces no me ha dejado algo bueno.  Así han pasado los días, hasta que hoy recordé que se me había olvidado el incidente y decidí sacar un aprendizaje de lo sucedido. 

Breve recuento: una persona que es mi conocida, no amiga, no aliada, no solidaria y que jamás envía un mensaje para simplemente saber de ti, sólo escribe, habla y busca cuando quiere obtener algo o necesita algo de ti, empezó a enviar mensajes por WhatsApp para que votáramos por su asociación para no sé qué campaña para obtener no sé qué premio. Sus mensajes no tenían la más elemental personalización, simplemente dio la instrucción a WhatsApp de que lo mandara a todos sus contactos.  

Enfurecí porque me pareció una falta absoluta de respeto y educación una intromisión de esa naturaleza en mi espacio privado. Soy de las personas a la anitigüita, no me gusta dar mi número de celular más que cuando es absolutamente indispensable, a mis amigas y amigos por supuesto que si, y si se trata de asuntos de trabajo, para eso existe mi número de oficina al que me pueden buscar en horas y días hábiles para lo que se necesite. Las personas de mi trabajo que tienen mi celular, lo usan de manera muy respetuosa y usan el WhatsApp de la misma forma. Yo hago lo mismo, evito usar el celular cuando existen números fijos de oficina y si tengo que usarlo, envío un mensaje primero al WhatsApp preguntando si puedo hacer una llamada. Lo trato de usar lo menos posible y respeto al máximo la privacidad de las personas.  El teléfono celular mi sigue pareciendo un espacio privado de las personas, el que sea de fácil acceso no me da derecho a usarlo en todo momento.

El protocolo existe en el mundo por una razón: para garantizar reglas elementales de convivencia entre personas con culturas, prácticas y  diferencias culturales para que puedan convivir de la manera más respetuosa posible y sin herir, pisotear o lastimar sus derechos, prácticas, creencias, cultura. Mucho del protocolo tiene que ver con educación elemental y con sentido común (que a veces resulta ser el menos común de los sentidos). Una definición muy general y de "Google" señala que es un "Conjunto de reglas de cortesía que se siguen en las relaciones sociales y que han sido establecidas por costumbre".

El protocolo digital es un proceso en evolución, y conforme avanza la tecnología, él mismo avanza, se amplía y se construye. Se le llama Netiquette también. En el fondo, el tema no cambia mucho: es adecuar las reglas de convivencia, de respeto, educación y privacidad elementales a los espacios que la tecnología e internet nos proporcionan. 

Tal vez esto queda más claro si sacamos las prácticas del mundo virtual al no virtual:

Si yo te doy acceso a mi casa, no esperaría que llegaras y te pusieras a repartir papeletas y propaganda de tu campaña. Lo elemental, educación 101, sería que me saludaras al llegar a MI casa y me preguntaras si tengo inconveniente en que me repartas basura o propaganda de tus proyectos. Si llegas sin invitación, doble razón para por lo menos decir "Hola". 

Me parece que hoy hay una confusión enorme sobre el uso del WhatsApp, en donde la mayoría de las personas piensan que por tener acceso al número celular de una persona pueden escribirle en todo momento y las personas tienen la obligación de responder, y sobre todo, de responder inmediatamente. Si alguien te da su número de celular, te lo da para establecer comunicación contigo, no es una carta blanca para que dispongas de su número como a ti te venga en gana. Si alguien quiere recibir  publicidad en su WhatsApp, podría anunciarse en la Sección Amarilla, subirlo a Twitter o postearlo en Facebook para que sus conocidos lo usen como mejor les parezca.  Bueno, hasta los representantes de la compañía telefónica te dicen "Buenos días o tardes" cuando te contactan para la renovación del plan.   Si podemos prohibirle a las empresas y  a los bancos que usen nuestros teléfonos para enviarnos propaganda y contactarnos cuando ELLOS quieren, por qué tenemos que aceptar que particulares usen nuestros datos PRIVADOS (nuestros números celulares son datos privados)  cuando quieran, en el momento que quieran y para los fines que quieran. 

Por todo lo anterior, sugeriría 5 reglas elementales para usar el WhatsApp: 

  1. Cuando te comuniques con alguien, salúdale para empezar.
  2. Si no es alguien de confianza, piensa dos veces antes de enviar el mensaje.
  3. Si se trata de un asunto laboral, piénsalo tres veces y pregúntate: ¿Tengo que contactarle por esta vía o puedo contactarle por correo, por teléfono o llamar a su oficina? Si tienes dudas, búscale por la vía tradicional: oficina y correo. Si la respuesta es por Whats App, hazlo de la manera más respetuosa y cortés posible.
  4. No uses los datos privados de las personas para tus fines personales. (Si lo vas a hacer, deberías entregarles a las personas unas tarjetas en las que les avises que a ti la privacidad no te importa y que al darte su número celular harás con él lo que quieras. Si quieres ser más respetuosa o respetuoso, pues hazle firmar a las personas una carta en la que te autoricen a usar su número de celular y aplicaciones derivadas para los fines que a ti más te convengan.) Educación 101 nuevamente: pregunta a las personas si tienen inconveniente en que les envíes información que para ti es importante, propaganda y publicidad.
  5. Comunícate en horas y días hábiles (a menos que sean familiares, tu pareja, amigas y amigos con quienes tienes confianza y con quienes se han establecido reglas claras de juego: saben qué se permite, que no y cuándo.) Aplica la regla del mundo no virtual: ¿Haría esto si tuviera a la persona cara a cara, le diría esto, a esta hora y de esta manera?

Por último diría, hay comportamientos que no deberían sorprender a nadie: las personas son lo que son on y off line. Una persona poco amable es poco amable "adentro y afuera" de internet. El mensaje que recibí no debió sorprenderme, quien lo envió así es y su comportamiento fue congruente con lo que siempre ha sido.  Agradezco su oportunismo pues me dio la posibilidad de hacer algo que me gusta mucho: bloguear y escribir este post. 



¿Te ha pasado algo así?  ¿Qué sugerirías? ¿Qué medidas has tomado o te gustaría tomar?



Podemos seguir conversando en Twitter: @LaClau

Comentarios

El R ha dicho que…
Querida Laclau, la maravilla del mundo virtual y la tecnología es que te permite construir un mundo con reglas adaptables. Si una persona se comporta de una manera que te incomoda, puedes darle de baja del servicio que emplea. Creo que Hirschman tenía razón cuando se imaginó la poderosa idea que escribió en Voice, Exit and Loyalty...
LaClau ha dicho que…
Querido El R,
Tienes toda la razón. Por lo pronto, está bloqueada esta respetuosa y encantadaora persona.
Voice, Exit and Loyalty.... You are damn right!!!
C

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