¿Y si me voy?
No se por qué no he podido responder esa sencilla pregunta: ¿y si me voy? Suena fácil, tomo mi historia, mis ideas y lo menos que pueda del desamor, lo empaco en una maleta color sepia con rueditas y tomo el primer vuelo al país sin regreso.
¿Qué me detiene? ¿Será la nostalgia anticipada de saber tu ausencia en mi futuro? ¿Serán las ganas de revivir los buenos momentos y el reencuentro que parecía una fantasía pues sentíamos que jamás había habido un desencuentro? A veces esa pequeña voz, que intuyo que no está del todo de mi lado pues me lleva a tomar malas decisiones; decisiones que a la larga me hacen llorar, me susurra al oído que me quede, que te espere, que no me mueva, que aguante un poco más. A veces esa pequeña voz se alía con la tuya cuando llamas disfrazado, ¿o desenmascarado? de indiferencia y me convence de tu temor a decir adiós, porque sigues pensando “en lo nuestro”.
Pero ¿qué es lo nuestro? Un camino de incongruencias, de soledades, de mentiras, de simulación revestida de autenticidad, de indiferencia escandalosa, de cobardía en los rincones, de sombras sin matices, de luces desaparecidas, de sueños rotos, de lejanía constante y de falta de consideración. Lo nuestro ¿alguna vez lo fue? Lo viví como nuestro, pero cuando escucho las palabras salir de tu boca, me golpean y me envuelven de color sanguina, me suenan tan vacías y sin embargo laten en mis oídos.
Gracias es tu respuesta a una declaración de amor. Gracias y punto.
Cuando escucho esa palabra acompañada del sonido constante, suave y penetrante de la indefinición es cuando me digo desde el fondo de mis dudas: “deja de preguntarlo, simplemente, v e t e”.
Comentarios
Yo soy mala dando ánimos,sólo te puedo mandar un abrazo enorme lleno de fuerza y coraje para enfrentar lo que venga...
Lo recibo con mucho cariño. Se vive tomando decisiones ¿no?
Un beso grande,
Tanti baci,
El maníaco de la vocecita con resfrío
Lo de la maletita sepia de LV le da estilo al hecho, que ni qué.
.....y sabes que siempre contarás conmigo para reírte de las desgracias (que normalmente son las propias ¿no?)
Te mando unos pañuelitos desechables para el resfrío y sus derivados.
Baci anche.
Creo que no es sólo eso princesa. Puede ser parte del recorrido, pero también es encuentro, crecimiento, felicidad, desarrollo y alegría. Es la vida misma: llena de contrastes, valles y montañas, bienvenidas y despedidas. Si duele, pero también se siente bien.
No quiero vivirlo sólo como traición, ni quedarme con el desconsuelo que producen las despedidas. Supongo que hay que vivirlas, a pesar de uno mismo, cuando tocan.
Un abrazo,