Sobre el debate petrolero y el nacionalismo mexicano
En México estamos viviendo un proceso político peculiar (y disculpen, no encuentro otro calificativo para definirlo) en donde la modernización de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y las reformas propuestas por el Presidente Calderón para lograr tal fin están en el centro de la mesa de debate. La discusión sobre el tema ha polarizado posiciones y por si fuera poco, el debate se ha entrampado con los problemas internos de sucesión del Partido de la Revolución Democrática.
Mi percepción sobre "el debate"que se está dando es que éste no tiene nada de debate democrático y si mucho de monólogo ideológico. Los apologistas de la verdad siempre logran dar golpes mediáticos elocuentes pero el contenido de sus ideas deja mucho que desear. El tema del petróleo, "nuestro" petróleo,permea la sensibilidad y el nacionalismo mexicano como pocos temas (posiblemente el otro sea la Virgen de Guadalupe) y lo único que escucho son "argumentos" cargados de rencor y sin fundamentos sólidos que permitan un auténtico diálogo. Como la mayor parte de las cosas en este país, el escuchar, comprender, cuestionar, discutir, debatir mis ideas, después las tuyas, buscar puntos de acuerdo y llegar a un terreno común es algo lejano y que suena a sueño primermundista.
Las cosas están en un punto hoy en que parece que o estás con México o estás en contra de él, o eres nacionalista si quieres que las cosas estén como están o eres un vendepatrias si buscas la modernización de la empresa pública más importante del país, o eres un "neoliberal" si quieres una alianza estratégica con empresas que tengan capacidad de excavación o eres un auténtico patriota si crees que las cosas están bien como están y no necesitas aliarte con nadie pues nosotros podemos hacer todo solos. El caso es que hay mucho ruido y pocas ideas.
En medio de tanto escándalo, no he escuchado (sólo a los expertos en el tema y a quienes invitan a dialogar pero cuyos argumentos pocos retoman) preguntas ni propuestas sobre los siguientes temas:
1. El estado real de las reservas y la producción. (Resulta que sólo tenemos reservas para 9 años más si se mantiene la producción y los precios en la situación actual.)
2. Los dilemas reales de la industria de la refinación.
3. Los retos para el transporte, almacenamiento y la distribución de los productos petrolíferos en el mercado mexicano.
4. Los retos y las oportunidades del gas natural.
5. Las opciones de energía alternativa en el país.
6. La realidad sobre los yacimientos transfronterizos en México.
7. Los retos del gobierno corporativo.
8. Las redes de intereses en torno a la industria y al sector.
Nadie ha dicho que la reforma propuesta es similar a la Ley aprobada en 1940 y presentada por Lázaro Cárdenas en donde señalaba la necesidad de invitar al sector privado a participar en áreas específicas de la Industria.
No, los actores políticos están enfrascados en un debate político con miras a las elecciones del 2009 y a las del 2012 en lugar de pensar en los verdaderos retos que tenemos en la puerta y que afectarán a todos los mexicanos, independientemente del color de sus preferencias partidistas.
Lo único que me queda es decir "Bravo" por el Presidente Calderón, se atrevió a tocar un tema sobre el que hay mucho que hacer y sobre el que nadie se atreve a decidir por el altísimo costo político implícito. Será poco lo que pueda hacerse en el corto plazo, pero el tema ya se puso sobre la mesa.
Comentarios
La palabra privatización me parece de un eufemismo despectivo.
Ah, y gracias por quitar la palabra de verificación! jeje, así es más cómodo comentar.
Pasa buen día!