Si los días tuvieran más de 24 horas....
Seguramente les ha pasado. ¿A alguien le bastan 24 horas al día para hacer todo lo que quiere/tiene/ se le antoja? A mi definitivamente, ¡no! Me faltan horas al día.
Me pregunto si será un asunto de falta de organización, de incapacidad para poner prioridades y establecer jerarquías en la resolución de asuntos, de exceso de inquietudes o simplemente, aceptación respecto al hecho de que siempre existirán más planes que horas. Durante mucho tiempo me sentí culpable por dormir ocho horas: empecé a dormir menos pensando que así lograría hacer más cosas y sentirme mejor. La verdad es que tampoco funcionó. Me acostumbré a dormir poco... pero los días seguían careciendo horas para mis necesidades. Ahora estoy reconciliándome con el sueño y reaprendiendo a dormir más pues, francamente, mi cuerpo y yo no aguantamos muchas desveladas seguidas ya.
He tratado de instrumentar diversos métodos: organización detallada de las horas del día, citas específicas y puntuales, disminución de actividades... en fin... y sigo con esa sensación. Son muchas las cosas que me interesan y pocas las horas en las que puedo hacerlas.
Entre traslados en el coche en esta caótica ciudad, libros, artículos, revistas, periódicos y posts que me interesa leer, amistades con quienes disfruto el café, clientes a los que hay que visitar, proyectos que desarrollar, clases y conferencias, ejercicio, yoga, Qi Gong, compromisos familiares, tiempo de calidad y juego con mis pequeños Embajadores de la vida, comer, dormir, participación voluntaria en RC, alguna película que me interesa, conciertos, fotografía, exposiciones, Facebook, viajar.... ¡UFFFF! La vida no me alcanza.
¿Alguien tiene alguna receta, sabe de alguien que haga clones, o simplemente me puede dar un consejo?
Me pregunto si será un asunto de falta de organización, de incapacidad para poner prioridades y establecer jerarquías en la resolución de asuntos, de exceso de inquietudes o simplemente, aceptación respecto al hecho de que siempre existirán más planes que horas. Durante mucho tiempo me sentí culpable por dormir ocho horas: empecé a dormir menos pensando que así lograría hacer más cosas y sentirme mejor. La verdad es que tampoco funcionó. Me acostumbré a dormir poco... pero los días seguían careciendo horas para mis necesidades. Ahora estoy reconciliándome con el sueño y reaprendiendo a dormir más pues, francamente, mi cuerpo y yo no aguantamos muchas desveladas seguidas ya.
He tratado de instrumentar diversos métodos: organización detallada de las horas del día, citas específicas y puntuales, disminución de actividades... en fin... y sigo con esa sensación. Son muchas las cosas que me interesan y pocas las horas en las que puedo hacerlas.
Entre traslados en el coche en esta caótica ciudad, libros, artículos, revistas, periódicos y posts que me interesa leer, amistades con quienes disfruto el café, clientes a los que hay que visitar, proyectos que desarrollar, clases y conferencias, ejercicio, yoga, Qi Gong, compromisos familiares, tiempo de calidad y juego con mis pequeños Embajadores de la vida, comer, dormir, participación voluntaria en RC, alguna película que me interesa, conciertos, fotografía, exposiciones, Facebook, viajar.... ¡UFFFF! La vida no me alcanza.
¿Alguien tiene alguna receta, sabe de alguien que haga clones, o simplemente me puede dar un consejo?
Comentarios
Un beso
Besos,
Ese es un gran punto de partida y creo que debería ser una filosofía de vida. Lo que hagas, hazlo bien... y punto.
¡Gracias y un abrazo!
Jajajaja, me has hecho reír!
Besos,
Pues si, de ahí viene esa frase poco sana y tan usual en nuestro diario vivir: "El tiempo es oro". ¿Valdrá la pena? Hay que vivir plenamente el día a nuestra manera, tienes razón.
Saludos hasta la preciosa Guadalajara,
Gracias por tus palabras.
un abrazo vecina ;)