María Amelia: Lecciones de vida
Sin proponérmelo me he enamorado de una mujer de 96 años. Se llama María Amelia y es la cibernauta más famosa en España. Su vida ha aparecido repentina e inesperadamente en los medios de comunicación, en la prensa escrita y electrónica, es tema de infinitas conversaciones de café y sobremesas. Me fascina.
Esta increíble mujer ha decidido incursionar a la blogósfera cuando su vida está a punto de llegar a los 100 años. Sus palabras están llenas de vida, de ganas, de experiencia, de sinceridad, de sorpresa, de fuerza. María Amelia ha descubierto en este particular espacio una nueva razón para vivir, para expresar sus más profundos pensamientos, para transmitir sus emociones y sus ideas, que afortunadamente, son muchas.
Su presencia me ha llenado de preguntas y de sorpresa. ¿Por qué nuestra cultura se ha dedicado a buscar en la juventud la razón de ser de todo? ¿Por qué esta adoración a la piel tersa, a las mentes inexploradas, a la inexperiencia como ideal? ¿Por qué hemos olvidado el valor de las canas, de las miradas jóvenes en cuerpos que han vivido décadas, de los corazones que han amado, que se han decepcionado, que han sufrido, que han vivido y que cada vez laten con menor facilidad?
La voz de María Amelia me ha obliga a comprometerme con la vida, con cada día, con cada instante, con cada experiencia, con cada palabra dicha, escuchada, vivida y sentida, con cada persona con la que cruzo una mirada, conocida o no, con cada ser vivo, con las ideas, con el infinito poder de las ideas, con mis quereres y mis amores, con el silencio, con la luz, con la oscuridad.
Querida María Amelia, gracias por tu maravillosa lección de vida, por dejarnos abrazarte, por permitirnos ver el mundo a través de tus pupilas, por dejarnos apoyar en tu bastón para dar nuevos pasos.
Aquí está el vínculo a su blog rosa mexicano y a sus conversaciones.
Por cierto, mi madre tiene 78 años y lleva meses tomando clases de computación y de Internet. Ya tiene cuenta de correo y nos envía cuidadosamente correos con mensajes que recibe y que le gustan. La estoy convenciendo de que haga su blog, pero no se anima porque dice "que no tiene mucho que decir". Por supuesto que no le he hecho caso y seguiré insistiendo.
Son estos casos los que me reconcilian con la tecnología: no se trata sólo de usar el medio sin contenido, la experiencia puede encontrar canales de comunicación para darse a conocer. Qué bueno.
Comentarios
Supongo... solo supongo.
Quisiera hacer un blog para mi abuela dulce en el que pueda decirse cada día, en sus recuerdos, en su sabiduria, en su dulzura, en sus amores, en sus enojos... en lo que venga a su dia. Y tal vez así retenerla cien años más junto a mi.
Tengo una madre, como tu, de 78 años y ahora insistiré, como tu, en que se escriba y se ensaye y se atreva y se descubra y se apasione y se obsesione y se enganche... como Maria Amelia.
¡Como si vivir no fuera suficiente tema para un libro!
¿Será que estamos creciendo en conciencia?
PD Hoy noté que no sirve tu contador de visitas. ¿y si ya somos miles de miles y no te has dado cuenta?
Deberíamos abogar también porque las personas mayores aprovechen este medio tan lleno de posibilidades para que se expresen y nos transmitan un poco de su experiencia. Estamos tan hechos hoy por hoy a darle valor a lo "novedoso" que hemos dejado del lado otro aspecto único de la vida: la experiencia y la sabiduría que proporciona el haber vivido. Insiste con tu madre, yo insistiré con la mía.
Gracias por tu tiempo y dedicación en cada comentario. Me gusta encontrarte por aquí.
saludos.
Anonimo 2
¡Gracias por esas palabras! Te tengo una buena noticia, mi madre ha creado su propio blog. Es maravilloso ver a una persona mayor incursionando en la blogósfera y venciendo su temor a la tecnología. Increíble.
Aquí lo puedes visitar: http://www.mujeresconstruyendo.com/blog/abuela/