Las tropas se cuadran frente a una mujer embarazada
Esto no es una idea tirada al aire ni un sueño que tuve anoche, es la imagen de la Ministra de Defensa española, Carme Chacón, frente a las tropas de su país en Afganistán. Ramona, la talentosa autora del blog Hablemos de Flamenco compartió conmigo un artículo de Juán José Millás publicado en el periódico El País de España en días pasados con motivo del post que publiqué sobre la presencia de mujeres en el gabinete del Presidente Rodríguez Zapatero. Querida Ramona, muchísima gracias.
He aquí el texto:
Cuántica
JUAN JOSÉ MILLÁS 18/04/2008 (Diario El País)
Soñé que un general de división se cuadraba ante una mujer embarazada. Soñé que la mujer embarazada era ministra de Defensa o ministra del Ejército o ministra de la Guerra, como quiera que se llame ahora. El hecho de que la ministra de la Guerra estuviera a punto de dar a luz sonaba a paradoja cuántica, pues en el mundo subatómico suceden cosas que atentan contra la lógica inmunda de la vida diaria, de ahí su atractivo. En mi sueño, veía a la ministra presidiendo un desfile con su vestido pre-mamá y me frotaba los ojos, por si se tratara de una alucinación. Pero no, ahí estaba ella, con las manos felizmente apoyadas en la tripa redonda, sonriendo cada vez que el bebé daba una patada mientras sonaban las marchas militares y los coroneles disparaban salvas al aire, como si celebraran el embarazo de la ministra, en vez de uno de esos crueles “días” de la Victoria, o de la Patria, no sé en qué están ahora.
Soñé que cuando la ministra daba a luz, la habitación del hospital se llenaba de militares que llevaban patucos y colonias a la madre. Soñé que los viejos generales, acostumbrados a los paisajes de después de las batallas, se asomaban, inquietos, al moisés en el que se desperezaba el hijo de la ministra. Soñé que le hacían carantoñas, que le decían tonterías, que se peleaban por tenerlo en brazos. Soñé que la ministra le daba de mamar delante de ellos, mientras encomendaba al jefe del Alto Estado Mayor la misión de crear, en la sede del ministerio, una guardería para los hijos de los empleados. Soñé que conciliaba la vida familiar con la laboral sin presiones ni agobios ni chantajes. Soñé que hacía uso de la baja por maternidad sin miedo a perder el trabajo. Soñé y soñé y volví a soñar y cuando desperté, la ministra de Defensa o del Ejército o de la Guerra, como quiera que se llame, continuaba allí. Encinta.
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La imagen y lo que simboliza me emocionan. ¿Cuántas mujeres en diferentes latitudes, México incluido por supuesto, han tenido que optar entre la maternidad y el trabajo? ¿Cuántas han sido despedidas por estar encinta? Conozco infinidad de historias de mujeres que al estar en edad de ser madres si tienen la ocurrencia de solicitar trabajo tienen que pasar por todo tipo de pruebas, incluyendo la del embarazo, para ver si son aceptadas, independientemente de su capacidad, profesionalismo y talento. Esto me parece una gran lección para el mundo entero y un punto para reflexionar sobre lo que estamos haciendo en nuestros países.
Imagen:adnmundo.com
Comentarios
Un beso.
Besos desde México.
Un beso
Saludos
Saludos y gracias por visitar.