Las tardes luminosas
En las tardes luminosas coexisten las coincidencias, empezando por el sol. Mis tardes llenas de luz están pobladas de colores, de vientos con sonidos inimaginables, de sorpresas internas a cada paso, de encuentros que divierten, de sueños que casi se tocan, de sabores coloridos, de ideas que caminan y que cantan.
En las tardes luminosas la soledad es una gran compañía, una suma de soledades son una gran fiesta y los silencios algo para compartir. Los temores se van de vacaciones y llegan solamente cuando uno los invita. Los miedos se sientan a la mesa y uno puede jugar con sus sombras.
En las tardes luminosas la tristeza no se apodera ni del diálogo, ni de las emociones ni de mi manera de caminar. Se sienta a esperar a ser convidada y no impone su mirada azul.
A las cinco de la tarde los rayos del sol iluminan de color ocre la existencia y el color añil se divierte saltando bajito y cada vez más alto hasta que anuncia que la noche se acerca, pero nunca deja de cantar y su voz se funde lentamente y sin prisa con la de los grillos y la de las estrellas.
En las tardes luminosas la luna mece al conejo y yo me duermo tranquila con la luz de la oscuridad.
Comentarios
Qué linda tarde la tuya y estoy de acuerdo "...una suma de soledades son una gran fiesta y los silencios algo para compartir. Los temores ... llegan solamente cuando uno los invita" Así son las tardes luminosas.
Luminosos besos
No sabía que el añil en todas sus facetas ejerciese esa fascinación en tu patafísica persona.
Me gusta encontrarte por aquí,
Van de regreso los bacci en esta luminosa mañana.