Las mascotas y la violencia doméstica
¿Sabías que las mascotas son, junto a las personas que la viven, las principales víctimas de la violencia doméstica? Diversos estudios han encontrado que entre el 71% y 85% de las personas que han vivido violencia intrafamiliar reportan que el agresor ha lastimado, torturado o matado a sus mascotas. Esta situación es lamentable desde todas las ópticas.
Existen diversos ángulos para tratar el tema de la violencia en la familia. Uno de ellos trabaja con las víctimas ayudándoles a reconocer aquellos patrones de conducta y creencias que la hacen susceptible de vivirla y que, además, la hacen pensar que merece ese trato y es algo normal. También se les ayuda a reconocer sus propias acciones violentas, pues se ha encontrado que las “víctimas” también ejercen violencia. En otras palabras, existe una salida para quienes viven esto. Esto aplica para personas adultas, los niños merecen un enfoque aparte, y son, junto con las mascotas, las víctimas más inocentes de todas.
En muchos de los casos, la solución del conflicto –dependiendo de las particularidades de la situación- pasa por el hecho de que la persona o personas agredidas tengan que salir de la casa en la que están. Esto plantea un doble dilema, pues en muchas ocasiones les resulta imposible llevarse a sus mascotas y tienen que decidir entre quedarse en casa para no dejarlas o salir de ella. Los refugios reciben personas, pero no animales, y éstos quedan a expensas del agresor, indefensas y sin alguien que se preocupe por ellos.
La violencia contra los animales es más común de lo que reconocemos y muchas veces se fomenta desde la infancia. Hay adultos que los lastiman, pero también hay niños –víctimas de la violencia o no- que abusan de ellos. NO es normal que experimenten con ellos, y hay padres que no hacen nada al respecto, dejando a los animales en manos de la inconsciencia de los pequeños. Lastimar a los animales también es una manera de canalizar la ira y la agresión en contra de sus dueños o de quienes los aman.
En Estados Unidos la American Humane Association está trabajando en la elaboración de un proyecto de ley que permita, por un lado, apoyar refugios que reciban tanto a las mujeres víctimas de violencia como a sus mascotas y por el otro, reconocer la importancia del vínculo afectivo entre las personas y sus animales para salir adelante en momentos de crisis. El proyecto lleva las siglas PAWS ( por su significado en inglés: Pet´s and Women´s Shelters Program) y quiere decir Programa de Refugios para Mascotas y Mujeres.
En México no existe nada parecido. Estamos en pañales en el tema de apoyo a las personas que viven violencia y el enfoque que sigue dándose es el de victimización de los agredidos (con increíbles excepciones como es el de Relaciones Constructivas AC). Respecto al maltrato animal, simplemente, no hay nada. La ley es muy ambigua y el maltrato a pocas personas les importa, los refugios subsisten gracias al apoyo de algunos cuantos y no es un tema que le interese a la sociedad.
¿En tu país se hace algo para trabajar el tema del maltrato a los animales y la violencia doméstica? Tu experiencia me interesaría mucho.
PS. La fotografía que puse es horrible, pero creo que viendo un hecho real las personas se darán cuenta de lo lamentable del caso. Esta fotografía es más dolorosa aún pues son niños los que están torturando al animal. ¿Qué habrán vivido esos pequeños para tener este comportamiento? Ese es otro tema, pero el FBI tiene estudios impactantes que demuestran que uno de los rasgos comunes de los asesinos seriales es que de niños maltrataban y torturaban animales. Comentaremos en otro post sobre el tema.
Comentarios
Un abrazo cariñoso para ti!
Gracias por compartir esto tan importante y profundo para ti. Para mi el tema también representa una fibra interna y que poca gente comprende en mi vida. El tema de la violencia familiar me impacta mucho desde hace muchos años y he hecho un compromiso, también desde hace tiempo, por trabajar en contra de esa realidad y tratar de construir un mundo más armónico y en donde la paz tenga cabida desde los espacios más íntimos y cotidianos. Es increíble que la violencia esté tan arraigada en el comportamiento de los humanos. Una persona a quien estimo mucho y que lleva más de veinte años trabajando el tema con un compromiso incomparable me decía que no es otra cosa más que una manera muy destructiva que tienen estas personas de comunicarse y creo que tiene razón. Si supieran expresarse de otra manera lo harían. Por ello mi compromiso por tratar de reconstruir, desde donde se pueda y con quien se comprometa a ello, el tejido social con nuevos valores y creencias.
El tema de la violencia contra los animales siempre me ha parecido triste, pero ha sido en el último año y medio que lo he sentido desde lo más hondo de mi corazón. En mi caso, fueron dos gatitos los que me hicieron reconectarme con esa parte de la vida que desconocía. Alguien los tiró, literalmente, a las dos semanas de nacidos en la puerta de mi casa y los adopté para cuidarlos en lo que se recuperaban y les encontraba hogar. ¡Y se los encontre! en mi casa y en mi vida. Han venido a enseñarme grandes cosas. Los llamo mis pequeños grandes maestros, o como alguna vez leí a Germán Dehesa referirse de su perrita: son mis pequeños embajadores de la vida. Su presencia me ha hecho darme cuenta del maltrato que viven los animales y de cómo también hemos permanecido indiferentes a lo que sufren y el maltrato que reciben. He apoyado a algunas organizaciones fuera de México y he buscado aquí alguna o algunas que hagan un trabajo serio, sobre todo a favor de los gatos, pero no he encontrado. He descubierto que también hay asociaciones que viven de la buena voluntad de las personas y que en realidad no hacen nada por los animales.
El trabajo que hace la Asociación a la que me refiero en el post me parece interesante y un caso exitoso que podríamos replicar en México, pero el primer paso es sensibilizar a las personas sobre el tema.
Voy a buscar información sobre el Refugio que mencionas para ver si puedo apoyar y si tienes otras referencias me gustaría explorarlas también.
Gracias por dejar un pedazo de tu corazón por aquí.
Tomo nota de los datos que me comentas y espero los otros que me dejarás por aquí.
Saludos cafeteados.