Orgullosamente mexicana

Pues si, se trata de la golfista mexicana Lorena Ochoa, quien sigue cosechando triunfos internacionales. En esta ocasión logró el triunfo en el Torneo de Golf de Singapur. Me da mucho gusto. 

Cada vez que la veo, y la pienso, me pregunto ¿por qué los mexicanos no destacamos en todas las áreas a nivel nacional e internacional, siempre? El caso de esta joven mujer, al igual que Ana Guevara, por ejemplo, es el típico caso de una persona que ha llegado a destacar gracias a su propio esfuerzo y sin ningún apoyo externo. Ahora, ya que es quién es -igual que la atleta- hay quienes pagan por apoyarla y se busca su presencia en distintos foros. Pero, ¿por qué no se les apoyó desde el inicio?

En este país no existe una cultura de apoyo y desarrollo del talento. Lamentablemente, quienes logran destacar lo hacen por sus propios medios y a pesar, que vergonzoso decirlo, de la cultura de no reconocimiento al prójimo y de la falta de estímulo a la creatividad y al desarrollo individual. Para acabar de rematar esta apabullante realidad, el tema se incrementa con las diferencias de género: si existe algún tipo de apoyo (y esto va desde el ámbito familiar hasta el gubernamental) se da prioritariamente a los hombres, las mujeres han sido relegadas "para cuando existan mejores condiciones" (esto ha cambiado en las zonas urbanas, principalmente, y en algunos círculos, pero sigue siendo insuficiente). 

En otros países el apoyo, promoción y desarrollo de las personas con talento en las ciencias exactas, el arte, las ciencias sociales, el conocimiento técnico, forma parte de una cultura y de una política de estado. Lo más valioso para cualquier país es su gente y es prioritario invertir en ella. En este país no; es prioritario mantener los cotos de poder, canalizar los recursos a ello y apoyar a quien puede retribuir a sus beneficiarios.

¡Cuánto talento desperdiciado en México, cuántos hombres y mujeres con un inmenso potencial jamás podrán ser todo lo que podrían por la inexistencia de condiciones y estímulos adecuados, cuántos recursos canalizados hacia áreas que no promueven ni estimulan el potencial humano en el largo plazo! Por ello, hay que aplaudir, reconocer y sentirse orgullosos no sólo por los triunfos de Lorena,  de Ana Guevara, de Salma Hayek, de Mario Molina, sino por el hecho de haber sido personas que lograron salir adelante, abrirse un camino, forjar su propio destino a pesar de tener todo en contra. Doble mérito.