Justo en la mira....los errores de seguridad
Inevitable tocar los temas de películas en el café ¿cierto? Acabo de ver Vantage Point (Justo en la mira en español) y podría decir que la película tiene aspectos interesantes. El thriller narra el intento de asesinato del Presidente de Estados Unidos en la Plaza Mayor de Salamanca desde ocho ópticas, es decir, desde la visión y experiencia de ocho personas que vivieron el evento de distintas maneras. Cuando le disparan al Presidente Ashton dando un discurso en un foro internacional para combatir el terrorismo comienza el caos que le da razón de ser a la película y empieza la narración de las vidas de las ocho personas que convergen en ese trágico momento.
Participan en la película del Director Pete Travis, Dennis Quaid como el Agente Thomas Barnes (escolta del Presidente Ashton), Mathew Fox como el agente Kent Taylor (Jack de Lost ¿lo recuerdan?), Forrest Whitaker como un turista que filma los sucesos y Sigourney Weaver como la productora de noticas Rex Brooks, el Presidente, ya adivinaron, es William Hurt. La cinta fue filmada en la Ciudad de México y hay algunos detalles simpáticos al respecto. Vale la pena encontrarlos.
Lo que me interesa comentar sobre el film tiene que ver con los errores de contexto en los que se desarrolla el intento de asesinato del Presidente estadounidense. Yo pensaría -y lo siento, desconozco el contexto de realización de una película, me gusta sentarme a verlas y vivir la experiencia en el cine- que la narración de los hechos debería estar fundamentada en una minuciosa investigación sobre la seguridad que rodea a un presidente de la nación más poderosa del mundo. Me sorprendió ver tantos errores y falsedades que estoy segura que a un agente del Servicio Secreto estadounidense le daría o bien un ataque de risa o un infarto del coraje. Les comento mis observaciones y sorpresas:
1. El tamaño del Convoy del Presidente. Me resultó gracioso ver el "despliegue" de seguridad con que trasladan al Presidente Ashton: 8 ó 9 vehículos incluyendo la famosa Limusina con las banderitas de las barras y las estrellas al frente. Desde el 11 de septiembre, el mandatario tiene un convoy que mide prácticamente un kilómetro de largo, incluyendo todo tipo de vehículos blindados y con francotiradores externos en algunos de ellos.
2. Las salidas del vehículo. Al Presidente del vecino país no le permiten descender de su vehículo en lugares abiertos, siempre lo hace en lugares con toldos y lonas cubiertas por todos lados de tal manera que nadie puede verlo desde ningún ángulo.
3. La escolta que lo acompaña. Al bajarse del vehículo, solamente cuatro o cinco escoltas (no recuerdo) del Servicio Secreto le acompañan, en medio de una multitud de miles de personas detenidas por unas "vallitas" que apenas detienen a la gente y no se ven más agentes al mismo nivel que él. Claro, en tomas posteriores se ve hay vigilantes en los techos del edificio. Por cierto, los agentes no llevan sus famosos Ray Ban oscuros.
4. El discurso en medio de la Plaza Mayor de Salamanca. Desde hace muchos años un Jefe de Estado de ese país no da un discurso al aire libre, sin protección y en un lugar cerrado. Desde la óptica de la seguridad del mandatario, ese sería un matadero (¿Se acuerdan de Lomas Taurinas y del difunto candidato Luis Donaldo Colosio?). El Servicio Secreto jamás permitiría una situación así.
5. El hotel en el que se hospeda el Presidente. De acuerdo a la película, una parte del atentado tiene lugar en el hotel en el que se está quedando el Presidente y el terrorista puede infiltrarse debido al movimiento en el hotel. Bueno, simplemente diría que es práctica del Servicio Secreto estadounidense rentar el hotel completo en donde se quedará el mandatario, jamás permiten a externos en el mismo.
6. La seguridad y el tráfico en las inmediaciones de la Plaza Mayor. En este tipo de eventos, en los que se reúnen mandatarios de distintos países, la seguridad en las inmediaciones de las sedes es rigurosísima, así como el acceso a las mismas. El ver coches, personas, motocicletas y todo tipo de vehículos (incluyendo camiones de carga) desplazándose afuera del lugar después del atentado es inverosímil. (Claro, si no fuese así, la trama sería muy aburrida, ¿no?).
Por todas estas razones la película me resulta poco creíble, aunque reconozco que mientras duró, me tuvo pegada a la silla sin perder detalle y sin bajar la atención (ni la tensión). Si la van a ver, cuéntenme su opinión.
Buenas noches.
Comentarios
Si, si lo noté, por lo pronto, la Plaza Mayor de Salamanca, SI es allá, así como algunas de las escenas al inicio de los recuentos de los ocho personajes de la narración.
Jaja, no era mi intención destrozar la película, de hecho, me tuvo muy atenta todo el tiempo, sólo que esas inconsistencias fueron tan evidentes que no pude evitar comentarlas.
Yo también soy chilanga, y efectivamente, no conozco espacios "calatraveños" por aquí. Si me encontré esta casa al estilo Gaudí que comentaba en las Lomas, pero nada de nuestro otro arquitecto.
Gracias por visitar. Por aquí te espero.
Saludos y gracias por tu visita.